Ella es mi abuela Cata, la mamá de mi mamá. La miro y me veo; y también veo la cara de mi mamá, de mis hermanos, de mi tío, de mis primos. Todas las generaciones en su mirada.
Esta foto es del año 1964, de la reunión que se hizo cuando mi mamá y mi papá se comprometieron (sí, antes se usaba el "compromiso" ¡Oh!)
Mi abuela Cata era lo más. Hermosa. Cocinaba como los dioses y nos tenía una paciencia de oro.
Fue costurera: cosía puños y cuellos de camisas. Presiento que más de una vez paró la olla con su costura. Yo nunca la ví coser y nunca me habló de la costura como algo que le apasionara. Quizás porque la costura era su trabajo, esforzado por demás. Tengo el relato de mi mamá que cuenta que mi abuela se levantaba muy temprano para coser y entregar los trabajos a tiempo y que ella, mi tío Luis y mi tía Beba -que eran niñes- ayudaban en la tarea: se encargaban de cortar los hilitos que sobraban. Puedo imaginármelos sentados al lado de mi abuela, junto a la Singer, haciendo ese trabajo. Una imagen muy fuerte.
Por eso hoy, en el día de la madre, va este recuerdo y homenaje para mi abuela Cata, de la que tengo más cosas de las que hasta ahora me imaginaba.